Uno está tan contento en su casa y de repente mueve un mueble y ¡zas! mancha de moho en las paredes, o se agacha un momento a abrir un cajón en el baño y… ¡Toma! moho en las juntas de los azulejos… No importa lo limpia que tengas la casa ni que la ventiles durante varias horas, cuando el moho aparece, lo hace para quedarse. La lucha puede ser encarnizada, pero siguiendo algunos consejos, puedes salir vencedor de la batalla y de la guerra.
Lo más normal es que el moho aparezca en las paredes durante el invierno. Llega la primavera, haces todo lo posible para eliminarlo, parece que vas bien… verano perfecto… otoño y ¡Oh, no! Vuelve a llegar el invierno y ahí está de nuevo, más vivito y coleando que nunca.
Hay que establecer un plan de acción. Y lo primero, es conocer al enemigo.
¿Por qué sale moho en las paredes?
Normalmente las personas piensan que el moho aparece en las paredes y en los azulejos por la humedad exterior, la que viene de fuera. Pero no. La culpable de este desagradable invitado no deseado es la humedad por condensación, aquella que se produce dentro de nuestros hogares.
Bueno, en realidad es la humedad que nosotros producimos dentro de casa. Al darnos un baño o una ducha, al usar calefactores de llama e incluso al hablar. El vapor pasa al aire y lo satura, y cuando el aire ya no puede contener más esa agua evaporada, la condensa sobre superficies frías, es decir, sobre los cristales pero, especialmente, sobre los muros que dan al exterior, a patios de luces y zonas poco expuestas al sol.
Y así es como el moho invade nuestras paredes, nuestros azulejos y nuestra vida. Siempre y cuando no provenga de una tubería que tiene pérdidas -y en este caso es muy fácil de determinar porque la mancha de moho está localizada en un punto en concreto, pero e ninguno más- aprender a sacar el moho de nuestra casa es la única alternativa para eliminarlos de nuestra vida para siempre.
¿Qué es el moho?
Pues recientes estudios han determinado que, en realidad, el moho no es ni un animal ni un vegetal… se trata de células que se juntan para hacernos la vida imposible. No es una exageración: el moho provoca alergias, rinitis, dolores de cabeza y un largo etc de problemas respiratorios además de, en muchas ocasiones, malos olores y una evidente suciedad.
Además esas células forman colonias, especialmente en rincones oscuros y fríos en los que no hay demasiada ventilación, y se alimentan de los compuestos orgánicos de las pinturas de las paredes y de la humedad. Un paraíso para ellas, vamos.
Qué no sirve contra el moho en las paredes
¿Qué es lo se suele hacer, en primera instancia, cuando se vislumbra la aparición del enemigo? Agarrar un trapo o un cepillo y tratar de limpiar la superficie enmohecida en seco para hacer desaparecer las manchas cuanto antes.
Eso es un error terrorífico. Lo único que se puede conseguir es diseminar el moho por los aires y que los hongos que lo componen encuentren nuevos lugares ideales para crear nuevas colonias. Así que la misión está clara y es, aparentemente, sencilla: erradicar el moho y hacer que no vuelva a aparecer nunca más.
Lo que sí sirve para eliminar el moho
Una solución de lejía y agua. Fácil, sencillo y sin extrañas fórmulas mágicas. Pero cuidado, no es necesario utilizar la lejía en estado puro. Lo más recomendable es diluir una parte de lejía por tres de agua, o una parte de lejía por cuatro de agua.
Para aplicar la mezcla, nada mejor que un pulverizador doméstico, como cualquiera de los que se pueden encontrar en el mercado.
Después de haber aplicado la mezcla la superficie se blanquea ligeramente, es decir, se está eliminando el moho. ¡Primera batalla ganada! Pero espera, ahí no acaba todo, ni mucho menos.
Ahora es cuando hay que frotar con un cepillo y enjuagar las veces que sea necesario. Y sobre todo, tira la esponja o el cepillo que hayas usado, probablemente alguna espora haya sobrevivido, y si vuelves a usarla volverás a esparcirla por el ambiente y encontrarás nuevas y más fructíferas colonias de moho en tus paredes y azulejos.
Los productos que eliminan el moho de las paredes
Si consideras que la lejía puede ser demasiado agresiva para tus paredes o muebles, puedes utilizar los productos que hay en el mercado para acabar con el moho: permiten esterilizar las superficies y cualquier artículo y mantienen la casa libre de gérmenes y bacterias. Además muchos de ellos ya vienen preparados, son fáciles de usar y son muy efectivos.
Estos son nuestros preferidos:
- HG limpiador de moho: viene con una pistola pulverizadora y es extremadamente efectivo en techos y paredes pero también en todos los rincones del baño.
- Faren 414500SP Tratamiento elimina y limpia moho: limpia también las manchas de musgo y las algas y es un potente higienizador. Se puede utilizar tanto en interior como en exterior.
- AGO Limpiador de Moho y Anti moho set 3 pzas: es muy fácil de utilizar y se puede aplicar directamente en el cepillo. Además es capaz de eliminar incluso las manchas de moho negro de las juntas de silicona.
Hay que tener en cuenta una cosa muy importante: los productos anti moho eliminarán el moho de paredes y azulejos, pero lo fundamental es atacar el problema desde la raíz, es decir eliminar o al menos bajar la humedad de condensación. Si en tu casa hay problemas de humedades, lo más adecuado es hacerse con un buen deshumidificador.
Deshumidificadores: aliados contra el moho en paredes y azulejos
Estos aparatos son los mejores aliados para eliminar la humedad por condensación. Su funcionamiento es sencillo: extraen el aire húmedo y le quitan el vapor de agua, éste se condensa en un depósito extraíble o bien se elimina a través de un desagüe con una manguera.
Lo más interesante es que en invierno reducen la necesidad de poner calefacción. Sólo eliminando la humedad del ambiente, la casa se vuelve más cálida. Además la bajada de humedad es espectacular: de casi el 100% al 40% o 50%, unos niveles mucho más saludables.
Personalmente prefiero los deshumidificadores con depósito extraible. Así es fácil hacerse una idea de la cantidad de agua que hay en el ambiente de una casa. Además, se paran solos cuando llegan a su límite, y sólo hay que vaciarlos para que retomen la actividad.
En cualquier caso se trata de un aparato que vale cada céntimo que cuesta, porque es el mejor aliado para impedir que los mohos aparezcan, y eso ya es muchísimo.
Aquí tenéis una lista de los mejores, según calidad precio:
Pintura especial para eliminar el moho de las paredes
Tal y como ya se debe de suponer, estas pinturas no deben aplicarse directamente sobre el moho. Primero hay que eliminarlo con alguno de los productos a los que y anos hemos referido anteriormente, y cuando la pared se haya aireado, entonces será el momento de pintar.
Este tipo de productos son muy útiles porque tienen fungicidas que repelen al moho. La pared durará más limpia y sin esas molestas colonias durante mucho más tiempo. Aquí os dejamos algunas de nuestras sugerencias:
- PINTURA ANTIMOHO, evita el moho, resistente a la aparición de moho en paredes, aspecto mate. (5 KG, BLANCO)
Siliconas anti moho
Normalmente se utilizan para rellenar y sellar juntas de los distintos artefactos sanitarios del baño, es decir, del váter, el bidet y el lavabo. Las siliconas anti moho impiden la formación de hongos, mantienen las juntas limpias y se aplican de manera muy sencilla. Basta con presionar el envase hasta que salga un hilo de producto que puedes fijar tú mismo con el dedo, previamente mojado en agua jabobosa, para que no se te pegue el material.
En el caso de que la silicona de tu baño esté estropeada, la puedes retirar tú mismo y sustituirla por uno de estos productos:
Otros complementos para eliminar el moho de las paredes y los azulejos
Los vinagres son una opción casera para eliminar el moho de paredes y azulejos. Simplemente hay que pulverizar sobre la zona, esperar a que actúe -al menos una hora- y aclarar con agua.
El bicarbonato de sodio es otro producto muy común, pero poco conocido a la hora de eliminar moho de las paredes. Para aplicarlo hay que diluir una cucharada de bicarbonato de sodio en medio litro de agua, agitarlo bien y aplicar a la zona afectada con una esponja. Este es uno de los más utilizados:
Cuando el moho está en lugares de difícil acceso, como griferías, ranuras en puertas correderas, siliconas muy estropeadas… lo mejor es complementar el tratamiento con un buen cepillo para limpieza de juntas.
La humedad, y por lo tanto los hongos, también aparecen dentro de armarios y cajones. Para evitar su aparición, por supuesto, el truco está en ventilar muy bien la habitación con los armarios abiertos. Pero además existen una serie de soluciones alternativas en forma de productos absorbentes de humedad en pequeños espacios.
Vale pero… ¿y si el moho no es tan visible en paredes y azulejos?
Buena pregunta. Puede pasar, por supuesto. Una de las maneras de solucionar el problema es comprar un detector de moho como este. No es muy caro, a penas 27 o 28 euros, y en la pantalla muestra el nivel de humedad de la casa.
Otras maneras de asegurarse de no tener a tan incómodo invitado es preguntarse lo siguiente:
¿Padeces alergias? ¿Rinitis? ¿Asma? ¿Tos seca? ¿Dolores de cabeza?
En ese caso lo más probable es que el moho no sólo esté en tus paredes y azulejos, sino también en el aire. Quizás no lo veas, pero está ahí. Y por suerte, ya cuentas con un montón de trucos y productos para deshacerte de él para siempre.
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