Aunque no lo creas, existen más de siete cosas que tu perro odia aunque nunca te lo diga. Y queremos que las conozcas para que tu peludo se sienta más a gusto contigo.
Lo primero que tienes que saber, aunque no entra en la lista de los top siete, es que, efectivamente, todos los perros se parecen a sus amos. Eso significa que tu estado de ánimo, tu humor, tu manera de ser e incluso tu salud mental son percibidas por tu perro y a muchas veces, adquiridas como propias.
Si tu estatus es, generalmente, feliz y optimista, tu can te imitará, y si es al contrario… ¿Existe una excusa mejor para tratar de ver la vida con otros ojos?
Tu perro odia que le abraces
Alguien tenía que decirlo… y se ha dicho. Es una realidad. Incluso existe un estudio elaborado por el departamento de Psicología de la Universidad de Brutish Columbia. Stanley Coren y su equipo demostraron que el 82% de los perros muestran malestar o ansiedad cuando sus dueños los estrechaban entre sus brazos.
Tras analizar más de 250 fotografías los estudiosos pudieron determinar que la mayoría de perros «abrazados» se tensaban, evitaban contacto visual, bajaban las orejas o se lamían los labios. Esto sucedía porque los perros perciben el abrazo como una señal de dominación, y si te lo permite, es sólo porque te quiere mucho, pero no porque le gusten este tipo de mimos.
Ala, ya está dicho. ¿Crees que puedes dejar de abrazar al perro?
A tu perro no le gusta que desconocidos le toquen
Evidentemente, cada perro tiene su personalidad. Los hay que adoran jugar y dejarse mimar por todo el mundo, conocido o no, y los hay que no quieren que se invada su espacio personal.
Salvando las distancias… imagínate que te obligan a recibir la atención no deseada de otra persona.
Y lo mismo pasa con otros perros. A veces hay feeling y a veces no. Si dos perros no quieren jugar juntos, mejor no obligarlos. ¿O te gustaría tener que interactuar con alguien que, claramente, no te cae bien?
Tu perro odia que le lleves con la correa muy tensa
A simple vista parece obvio, pero hay que observar bien este aspecto. Una correa tensa significa para el animal estrés, frustración y nerviosismo. Si lo paseas a ritmo de tirón le estás mandando un claro mensaje de alerta: o hay que huir, o hay que pelear.
En el caso de perros grandes es más difícil no dar esos molestos tirones, pero por suerte existen muchos accesorios, como los arneses antitirones, que pueden ser muy útiles.
Por supuesto y como en casi todos los casos y a todos los niveles… una educación adecuada es la clave de todo.
Y tampoco le hacen gracias los paseos «exprés»
Es decir, esos que sólo le sirven para hacer sus necesidades. Tu perro necesita estirar las patas, jugar, trotar, olfatear… y necesita hacerlo con calma y sin tirones innecesarios.
Tener un animal es una alegría pero también es una responsabilidad. Si no vas a tener tiempo ni ganas de sacar al perro… mejor adopta un gato. Aquí tienes muchas de las cosas que debes saber antes de dar ese gran paso del que, te aseguramos, no te arrepentirás.
A tu perro no le gusta que le disfraces
No importa si es Halloween, Carnaval, San Valentín, Navidad… si a tu mejor amigo peludo no le hace especial ilusión que lo emperifolles, respétalo. Una vez más y salvando las distancias, vamos a hacer una comparación: ¿A cuánta gente conoces que odia disfrazarse? Pues los perros los superan en número.
Por lo general, un perro disfrazado se siente ridículo e inseguro, y no te extrañe si se pasea con la cola entre las patas o directamente no quiere salir de casa.
El perro odia quedarse solo
Si, es cierto. Durante el confinamiento los expertos señalaron que los perros eran felices -los gatos no tanto- por tener a sus amigos humanos en casa. Regresar del teletrabajo puede ser un golpe duro para ellos, así que trata de no pasar demasiado tiempo extra fuera de casa.
Y cuando llegues, hazle caso. No hace falta montar una fiesta, los adiestradores caninos aseguran que eso tampoco es bueno, pero juega con él, acarícialo y felicítalo por su buen comportamiento mientras no has estado en el hogar.
No le acaricies cuando tiene miedo
Según los expertos, al acariciarlo y consolarlo, estás reafirmando que algo terrible está ocurriendo. Y eso nunca está sucediendo en la realidad. Si hay petardos, tormenta, fuertes ruidos… y tu perro está muy asustado, no le abraces -lee un poco más arriba si te lo has saltado- y no le acaricies.
Permanece a su lado con firmeza y serenidad, pero no hagas que todo se dramatice o él percibirá la situación como una auténtica catástrofe.
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